Durante el mes de diciembre, generalmente, crecen los depósitos en dólares en el sistema financiero argentino, dado que los ahorristas que tienen dólares billete en cajas de seguridad o debajo del colchón los vuelven a llevar a los bancos para aprovechar un beneficio impositivo, que permite no computar las divisas depositadas en el cálculo del Impuesto a los Bienes Personales.
El impuesto a los bienes personales grava los activos que posee una persona al 31 de diciembre.
Para quedar exentos al 31 de diciembre, las personas depositan transitoriamente en sus cajas de ahorro en dólares, los dólares que tienen en efectivo, ya sea en sus cajas de seguridad o debajo del colchón, dado que tanto los depósitos en caja de ahorro como los de plazo fijo en moneda extranjera no computan para Bienes Personales. En cambio si los dólares se mantienen en efectivo son computables para el pago del impuesto. De acuerdo a la AFIP, deben pagar el impuesto las personas con activos que sumen más de $300.000, la alícuota luego varía entre el 0,5% y 1,25 por ciento.
En resumen, las personas depositan los dólares antes del 31 de diciembre para gozar de la exención y luego de esa fecha los sacan del banco para volverlos a poner en las cajas de seguridad o debajo del colchón. Esta práctica también se ve incentivada por las bajísimas tasas que pagan los plazos fijos en dólares (actualmente -van entre el 0,03 % y 0,35 % TNA por depósitos a 30 días), que no compensa la intranquilidad de dejarlos en el banco por si al gobierno se le ocurre pone el ojo sobre este tipo de depósitos.